
Había una vez un niño que se llamaba Yeray y era muy imaginativo, le gustaba jugar con todos los niños, saltaba, corría, montaba en bici. Pero no le gustaba ir a la playa porque tenía miedo. Pero un día estaba en la orilla y vio un gato dentro del agua que se estaba ahogado Entonces fue cuando Yeray se metió en el agua a salvarlo y se dio cuenta de que no tenía miedo del agua y el niño y el gato se iban todos los días a la playa y fin.
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